“Es la primera vez que comparezco ante un Tribunal americano y en él se me acusa de asesinato. ¿Y por qué razón estoy aquí? ¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma razón que tuve que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora”
George Engel, alemán que emigró a EE.UU. en 1873. Tipógrafo y periodista
El 1 de mayo de1886, cerca de 200 mil trabajadores iniciaron una huelga que duró hasta el 4 de mayo. Buscaban hacer cumplir que la jornada laboral fuera de de 8 horas y no de 12 o 16 horas.
Si bien en 1868, el presidente estadounidense Andrew Johnson convirtió en ley que la jornada laboral fuese de 8 horas diarias, algunas ciudades fueron reacias a aplicar esta norma, entre ellas, Chicago, epicentro de la industrialización por el desarrollo del ferrocarril. Después de varias manifestaciones, el 3 de mayo de 1886, los policías comenzaron a disparar a los trabajadores, resultando 6 de ellos heridos.
El 4 de mayo del mismo año se realiza una manifestación en Haymarket Square. Este hecho, que se denominó “La Revuelta de Haymarket”. Esto terminó con 38 muertos y más de 200 heridos entre policías y asistentes. Después de los hechos, 31 de los trabajadores fueron acusados, cinco de ellos condenados a la horca y tres a prisión.
Michael Schawab, Albert Parsons, Adolf Fischer, Louis Lingg, George Engel, Samuel Fielden, August Spies, Oscar Neebe se convirtieron en los ocho “mártires de Chicago”, quienes lograron con su lucha la reducción del horario laboral a ocho horas diarias. En 1889, en París, fue instaurado el 1 de mayo como el “Día del Trabajador”.
Me gustaría contarles a las almas de esos mártires de Chicago que la jornada laboral se ha reducido a seis u ocho horas y no decirles que aún hay empresas que proponen jornadas de doce horas para ofrecer salarios que apenas superan los mil dólares.
También me gustaría decirles que ahora se permiten las manifestaciones, se censura la represión policial aunque sigue ocurriendo.También les diría que ahora existe el mobbing, el acoso laboral, que implica un maltrato psicológico a los trabajadores y que da tanto trabajo a mis colegas psicólogos en el tratamiento de las víctimas y a abogados y jueces en las demandas posteriores para resarcir el daño.
También me gustaría decir que los gerentes saben liderar pero aún debemos intervenir los coaches y consultores en muchas empresas para trabajar sus habilidades directivas y su empatía.
Me gustaría decirles que la mujer no posterga más su maternidad por su carrera y que el empresario valora que ella sea una parte importante en la creación de la especie.
Me gustaría decirles que ya no importa si eres comunista, socialista, capitalista porque en el fondo, todos quieren lo mismo: vivir, salir a trabajar, ganar el pan sin el sudor excesivo de su frente y ser felices.
Me gustaría decirles que la medicina y la psicología curan los males del siglo veintiuno pero sólo son antídotos temporales para funcionar un poco mejor. Nos queda el coaching, que tampoco es una panacea pero ha llegado para decirle a la gente que puede ser lo que quiere ser, siempre que se lo proponga y establezca metas y objetivos posibles.
Me gustaría decirles que tras la pandemia Covid-19 de 2020, fuimos los primeros que transformamos el mundo del trabajo. Hasta 2020, en mi caso trabajaba por Skype con clientes de España y mi catálogo de más de 60 cursos tenían sólo versión presencial y cada viaje por trabajo me lo pensaba diez veces para conciliar mi vida como mamá y emprendedora. Con la pandemia, transformé todo online. Las sesiones de coaching y de terapia psicológica comenzaron a hacerse por Zoom. Y mis cursos presenciales que se destacaban por hacerse en los desaparecidos hoteles Sheraton y Oliva pasaron a hacerse en línea por Zoom o bien comprarse ya grabados.
Al venir la pandemia, hicimos la transformación digital que veníamos posponiendo. Al hacerlo, me di cuenta que los cursos presenciales son muy efectivos y los cursos online también sólo que requieren más disciplina de la persona porque el docente lo tienes en video y debes tú asumir retos en tu organización diaria. Así como la recreación pasa por ser lo bastante hábil para entrenar en la playa o en un parque, el lugar de trabajo también puede ser un lugar cerrado y familiar donde haya Wifi.
Este tiempo, esta fecha tan especial, 1 de mayo nos convoca a compartir una silenciosa conversación con nosotros mismos, con lo que queremos hacer, lo que podemos crear y dejar de lado la ruidosa actividad del ir y venir de la vida.
Pensando en el disfrute en el trabajo, que es uno de los deseos y reivindicaciones de los trabajadores cada 1 de mayo, pienso que lo que hace que alguien disfrute su trabajo es lograr que ningún dominio triunfe sobre otro.
LA CLAVE DEL DISFRUTE: CONCILIAR
Si presto demasiada atención a mi trabajo, puede que descuide mis relaciones y a mis seres queridos. Si me centro demasiado en mis relaciones, puede que no me enfoque en ser productivo y en lograr mis objetivos laborales. La clave del disfrute es conciliar.
Recientemente un emprendedor español en LinkedIn exponía con orgullo la foto de su mujer, una madre emprendedora a punto de parir su quinta hija, con la computadora en el hospital y destacaba la responsabilidad de ella como empresaria. Ante esto surgieron los que felicitaban a la chica por llevar el trabajo a ese momento tan especial o los que criticaban su dificultad para gestionar el estrés y el tiempo. Dudo que una mujer esté pensando en el trabajo unas horas antes de parir pero en la foto quedó como la reina de la responsabilidad y de la adicción al trabajo.
Ante esto, debemos pensar qué historias nos estamos contando sobre el trabajo y el emprender. Si creemos que emprender es vivir estresados y más si somos mujeres porque debemos conciliar entre vida privada y laboral como si los hombres no tuvieran que hacerlo, esto deja una visión muy acotada de lo que es la conciliación. Porque se puede y basta que organices cuáles son nuestras prioridades. El mundo del Covid-19 nos demosró que todo se puede poner en pausa. Aun podemos pausar la respuesta de los mensajes de texto.
Hoy no tenemos necesidad de hacer nada con prisa salvo lo de transformarnos digitalmente. La inteligencia artificial ha venido para quedarse y para acortar la distancia entre tiempo y espacio, ha venido para darnos más opciones para crear contenidos. Y esta inteligencia navega por las emociones y las relaciones, ya que los que no entendemos mucho de tecnología, nos sentimos abrumados por su presencia y su desarrollo. Una nueva revolución industrial, dicen los que saben. Lo cierto que debemos dejar de lado el miedo y atrevernos a adaptarnos y por eso, este 22 de mayo proponemos un evento, como el XI CALM Congreso de Autoestima y Liderazgo de Montevideo, donde el tema es “La comunicación y su gestión en tiempos de inteligencia artificial, emocional y social” con ponentes de lujo como Eduardo Mangarelli, Raquel Sonsol, Fabiana Werba, Gustavo Rey, Carlos Servian y servidora. Es una linda oportunidad para aprender lo último en coaching, PNL, neurociencia y management y también para hacer networking. Si te interesa saber más sobre este evento que mejorará tu trabajo, clica AQUÍ
En suma, la reivindicación del mundo actual es tener derecho a disfrutar. Si nuestros abuelos exprimieron su físico a diario para lograr sus propiedades y coches, ahora los jóvenes de hoy, con licenciatura y algunos másteres se preguntan dónde podrán hacer ejercicio de su derecho a trabajar.
Mientras algunos emigran hacia tierras con más oportunidades, quedan los que no pierden las esperanzas. Los que se levantan temprano, estudian, salen adelante pese a las adversidades y los emprendedores que no se conforman con las cifras del paro o con los datos de los mercados. Los que sueñan despiertos que otro mundo es posible y crean cada día nuevas acciones para cambiarlo. Los que creen y quieren hacer, esa es la raza de hombres y mujeres que vale la pena homenajear en esta fecha tan especial.
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